Tegucigalpa, Honduras. – El político y general retirado Romeo Vásquez Velásquez advirtió que los hondureños no necesitan más discursos vacíos, sino acciones concretas que transformen el crecimiento económico en prosperidad tangible para la sociedad. Según Vásquez Velásquez, el supuesto progreso económico que celebra el gobierno no tiene un impacto positivo en la vida cotidiana de la mayoría de los ciudadanos.
El Gobierno de Honduras destacó un crecimiento económico proyectado de casi 4% para 2024, con una inflación estabilizada en 4.5-5%, dentro del rango esperado por el Banco Central de Honduras (BCH). Además, se supone que las reservas internacionales se mantendrán en un nivel adecuado, aunque se han reducido debido a factores como la sequía del primer semestre del año, que afectó las exportaciones agrícolas y un aumento de las importaciones de energía.
Sin embargo, Vásquez Velásquez tenía dudas de que estas cifras oficiales reflejaran la realidad. “Cuando analizamos la vida cotidiana, queda claro que este aumento no se traduce en prosperidad para la mayoría de los hondureños. La falta de empleo, la incertidumbre política y la falta de inversión extranjera directa contradicen las estadísticas presentadas por el gobierno», afirmó.
Dependencia de las remesas y desigualdad en el crecimiento
Según analistas económicos, el aumento observado en Honduras se debe principalmente a las remesas enviadas al exterior por los migrantes hondureños. Si bien hacen una contribución significativa a la economía, no crean empleos ni fortalecen la base manufacturera del país.
Además, Vásquez Velásquez señaló que factores como los aumentos en los precios de ciertos productos de exportación pueden inflar artificialmente el producto interno bruto (PIB), sin beneficiar a los sectores más sensibles ni a la economía real. “Este crecimiento no es inclusivo ni sostenible. Las cifras no serán suficientes si no se traducen en una mejora tangible de la situación de la población», afirmó.
Urge un cambio de enfoque: inversión y desarrollo sostenible
Vásquez Velásquez enfatizó la necesidad de ir más allá de las estadísticas y trabajar en medidas concretas para construir un crecimiento económico sostenible. Entre sus principales propuestas destacó la importancia de invertir en infraestructura y servicios básicos, como construir represas para generar energía, mitigar inundaciones y mejorar la producción agrícola; ampliación de carreteras; y mejorar el acceso al agua potable, la salud y la educación.
En el ámbito de la educación, el general retirado abogó por la creación de escuelas profesionales para preparar a los jóvenes para ingresar al mercado laboral con habilidades técnicas. También enfatizó la necesidad de atraer inversiones extranjeras que impulsen industrias sustentables y generen empleos dignos para la población.
Apoyo al sector agrícola y lucha contra la corrupción
Otro punto clave de su análisis fue el apoyo al sector agrícola y rural, que históricamente ha sido uno de los pilares de la economía hondureña. Vásquez Velásquez instó a los productores locales a tener acceso a tecnología, financiamiento y mercados, al tiempo que condenó las prácticas corruptas que afectan al sector.
“Es inaceptable que los funcionarios permitan la importación de alimentos básicos como el maíz durante la cosecha nacional, perjudicando a los agricultores hondureños”, dijo, y pidió sanciones contra quienes tomen decisiones que impacten negativamente a los productores del país.
Un llamado a la acción
Según Vásquez Velásquez, la solución a los problemas económicos de Honduras no es aplaudir números abstractos, sino implementar acciones que realmente impacten la vida de los ciudadanos. “El pueblo de Honduras no necesita discursos vacíos, sino medidas concretas que transformen el crecimiento económico en desarrollo humano y prosperidad para todos”, reiteró.
El político concluyó su reflexión exigiendo un enfoque justo, equilibrado e inclusivo que permita construir un futuro próspero y justo para Honduras. “Es hora de dejar de celebrar ilusiones y empezar a trabajar en soluciones reales que beneficien a la sociedad”, exigió, enfatizando la importancia de convertir las promesas en resultados tangibles.