TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El calor asfixiante, los incendios infernales y el humo contaminado han hecho que los hondureños clamen por el inicio de la Temporada de lluviasque este año se retrasó porque la primera quincena de mayo estuvo completamente seca.
Ahora el panorama será diferente, según los expertos consultados por EL HERALDO Plus, ya que se viene una temporada con precipitaciones superiores al promedio, es decir, las lluvias serán intensas una vez iniciada.
Francisco Argeñal, jefe del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), explicó que los efectos del fenómeno de El Niño se prolongarán hasta la segunda quincena de mayo, entrando luego a condiciones neutras, que se prolongarán hasta agosto.
Según Cenaos, el fenómeno de El Niño provoca un calentamiento en el Océano Pacífico, generando sequía en Honduras, mientras que La Niña provoca un enfriamiento en el océano, favoreciendo la formación de más huracanes en el Atlántico.
A finales de agosto y principios de septiembre entraría el fenómeno de La Niña, es decir, se incrementarán las condiciones de lluvias, precisamente en la temporada ciclónica más activa en el Caribe, representando una fuerte amenaza para Honduras.
Todos los modelos meteorológicos estudiados indicaban que las lluvias iban a empezar tarde, es decir, entre el 15 y 16 de mayo en el sur de Honduras y Tegucigalpacon caídas por encima de los promedios gestionados por región.
Sólo en el norte de Honduras las lluvias se estarán normalizando hasta inicios de junio, ya que en esa parte del país la temporada de lluvias comienza más tarde, indicó Argeñal.
Además, las temperaturas se mantendrán cálidas en la mayor parte del país.
Cuando se hacen proyecciones por encima del promedio significa, por ejemplo, que si en Tegucigalpa normalmente llueve entre 100 y 125 milímetros en mayo, este año se espera que llueva entre 150 a 200 milímetros.
Según los pronósticos de los modelos norteamericanos, junio será lluvioso y con precipitaciones que estarán entre 40% y 60% por encima del promedio en la zona central de Honduras: Francisco Morazán, Choluteca, Valle, parte de Comayagua y La Paz.
Julio y agosto también serán meses muy lluviosos, provocando que las canículas sean suaves, es decir, la disminución de precipitaciones no será tan extensa y se notará muy poco durante este periodo.
Generalmente en el centro del país caen entre 75 y 100 milímetros de agua en julio, pero este año se pronostican entre 150 y 200 milímetros, siempre por encima de la media, advirtió el experto del Cenaos.
Para agosto también se espera el mismo escenario lluvioso, con tormentas superiores a los promedios normales en la mayor parte del corredor seco, en el sur, centro, oriente y occidente de Honduras.
Mientras que el modelo europeo advierte que en la región centro y sur, que abarca toda la frontera con El Salvador y parte con Nicaragua, en la costa del Pacífico, habrá precipitaciones superiores al promedio.
Lo más recomendado es que los vecinos de esta zona, como en la Costa de los Amates, Alianza, Valle, se preparen y cumplan con todas las recomendaciones de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco).
Fuerte amenaza de huracán
La temporada de huracanes comenzó el 15 de mayo en el Océano Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico, extendiéndose hasta el 31 de noviembre. Para Honduras, la mayor amenaza proviene del Caribe.
Septiembre, octubre y noviembre es cuando Honduras estará más expuesta a huracanes, porque estará influenciada por el fenómeno de La Niña.con más de 200 milímetros de agua por encima de la media en algunas regiones, advirtió Argeñal.
Las alertas surgen porque todos los modelos predicen que habrá más actividad ciclónica en el Océano Atlántico, por ejemplo, la Universidad de Carolina del Norte proyecta la formación de 15 a 20 tormentas tropicales.
De esas tormentas, 10 o 12 podrían ser huracanes, y de tres a cinco podrían volverse intensas, alcanzando potencialmente la categoría cinco en la escala Saffir-Simpson.
El pronóstico de la Universidad de Arizona es muy similar, proyectando 21 tormentas tropicales, de las cuales 11 serían huracanes y cinco serían intensas.
Otros pronósticos privados proyectan que este año se estarían formando 23 tormentas, de las cuales 11 serían huracanes y cinco intensas.
El modelo europeo alerta de que de julio a noviembre podrían formarse 23 tormentas tropicales en el Atlántico, de las cuales 13 se convertirían en huracanes.
En el Pacífico, durante la temporada ciclónica, 15 tormentas tropicales y seis podrían convertirse en huracanespero no habrá complicaciones para el país, proyectó Argeñal.
Los análisis del experto indican que en una temporada normal en el Atlántico deberían producirse 14 tormentas, siete huracanes y tres huracanes intensos, lo que demuestra que las previsiones de ciclones también están por encima de la media para este año.
Fenómenos como el huracán Mitch
Estudios comparan que este año será similar al de 1969, cuando se registró el paso del huracán Francelia, que dejó inundaciones en los departamentos de Cortés, Atlántida e Islas de la Bahía.
El modelo también es similar al de 1998, cuando ocurrió el fatídico huracán Mitch, que provocó daños en la infraestructura del país y la muerte de miles de personas.
Otros años similares a 2024 que se pueden tomar como referencia son 2005, cuando se registraron los huracanes Stand, Wilma y Beta, así como la tormenta tropical Gamma. También se compara con 2010, cuando pasó la tormenta tropical Agatha.
Argeñal indicó que en toda Centroamérica las costas de Honduras son por donde pasan la mayor cantidad de huracanes, y la probabilidad de que una tormenta con nombre llegue a menos de 100 millas de las costas es generalmente del 64%, pero este año es del 83%.
Si bien la probabilidad de un huracán para Honduras en general es del 28%, sin embargo, para este año es del 43%, es decir, son altas y lo mejor es estar preparados.
Proyectó que al menos un ciclón tropical podría pasar por Honduras este año, principalmente en octubre, cuando las lluvias serán superiores al promedio.
Mientras En noviembre se espera que llueva el doble en la mayor parte del paísPor ejemplo, durante este mes, en Tegucigalpa caen de 50 a 75 milímetros, mientras que para este año se proyectan de 100 a 125 milímetros.
Obras de mitigación y sistemas de alerta.
Los fenómenos naturales no van a esperar a que la burocracia termine las obras de mitigación que se paralizan cuando existen condiciones climáticas favorables para terminarlas y evitar catástrofes.
En la Costa de los Amates, Alianza, Valle, se construyó en un paso inundable, es decir, la vía se interrumpirá cuando llueva, pero cuando baje el nivel del río Goascorán se podrá volver a pasar.
Sin embargo, el problema es que no se completó la construcción del terraplén en la parte alta del río, que es lo que evita que comunidades como El Cubulero se inunden cuando vengan aguaceros torrenciales.
Mientras que en Cortés y Yoro están atentos a los resultados de los trabajos que se realizaron en las márgenes de los ríos Chamelecón y Ulúa, a fin de evitar las inundaciones que se han generado en los últimos años.
Geovanny Molina, jefe del Sistema de Comando de Incidentes (SCI) de Copeco, afirmó que en las zonas de mayor riesgo se trabaja en los últimos meses en obras de mitigación y prevención.
En Santa Bárbara se han realizado cerca de 80 kilómetros de dragado de ríos, lo mismo se ha hecho en Villanueva y Omoa, ambas en Cortés, mientras que en estas tareas también se han involucrado los municipios, como en la capital.
Detalló que Las zonas bajo vigilancia son el Valle de Sula, el Río Chamelecón, el Ulúa, el Aguán y el Goascorán.cuáles son las más grandes de Honduras y las que mayores problemas generan en esta temporada.
Dijo que hay obras que son responsabilidad del Ministerio de Infraestructura y Transporte (SIT) en varios sectores del país, con el fin de evitar desastres naturales.
En Tegucigalpa y San Pedro Sula el principal problema son las inundaciones urbanas, porque las alcantarillas están llenas de basura. A pesar de la limpieza, la gente no presta atención y sigue tirando residuos a los desagües.
Molina también informó que se han instalado Sistemas de Alerta Temprana (SAT) en la parte alta de los ríos Aguán y Chamelecón, permitiendo advertir una inundación con 16 y hasta 18 horas de anticipación.
Explicó que son sistemas digitales que envían alertas a Copeco y a los Comités de Emergencia Locales o Municipales, con indicadores en verde, amarillo y rojo, con el fin de tomar medidas preventivas.
También se monitorean con láminas de agua y escamas pintadas los ríos Ulúa, Goascorán y Choluteca, a fin de tomar medidas preventivas a tiempo en las partes bajas de las cuencas.