SUYAPA, DANELIA Y JESSENIA: MADRES EMPRENDEDORAS Y EJEMPLO DE FE

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLI, Paraíso. “Porque debes saber, Sancho, que la mujer es la más perfecta de las creaciones divinas. Que aunque son más hermosas que las flores, las estrellas y la luna juntas, son fuertes como el acero de mi lanza. Por esto, Sancho, es necesario entre caballeros que estemos preparados para sus privaciones, amarlos, cuidarlos como a la niña de tus ojos, porque nuestro mundo sin ellos, no hay duda, estaría irremediablemente perdido. pues ellos, Sancho, son la fuerza de la vida, y el motor que impulsa nuestra existencia” (Miguel de Cervantes Saavedra).

Encontré en las redes sociales algo que había leído en Historia universal, recopilado por Gladys Chaparro Valero, con esta pregunta: ¿Sabes cuántas brujas quemó la inquisición? Ninguno. Las brujas no existen. “No fueron las brujas las que quemaron, fueron las mujeres. “Mujeres bonitas, cultas e inteligentes”. El reportaje de hoy está dedicado a aquellas mujeres a las que se refiere Miguel de Cervantes y Saavedra y a lo que señala Gladys Chaparro. Mujeres que por designio divino fueron creadas para perpetuar la especie humana, para ser amadas y comprendidas.

Mujeres a quienes Dios les concedió el privilegio y la bendición de ser madres, les ofrecemos en este día dedicado a las madres hondureñas este espacio para exaltar a la mujer en su máxima expresión como madre. En el área que corresponde a mi rol laboral, seleccionar a tres mujeres, cuya vida ejemplar y trabajo continuo las ubica entre muchas otras como madres ejemplares. Además, comprometidos con Dios a servir con amor, solidaridad y ser ejemplo en la iglesia donde asisten.

Suyapa Valladares Valle (56), fina de porte, dinámica, trabajadora. Solo cursó sexto grado en el colegio, sin embargo se preparó para la vida pues a los 15 años se casó, de donde le llegaron dos hijos a temprana edad, Eduin Evenor y Mayra Yanory, ambos profesionales, un experto comercial y un Licenciado en Matemáticas respectivamente. cuatro nietos.

El acto más significativo en la vida de Danelia fue la unión matrimonial con su pareja de toda la vida.

Danelia Vásquez está casada con Daniel de Jesús Valladares. Hacen una pareja única, comparten la misma fe. Tengo tres hijos; Sindy Mariela, Héctor Daniel y Carlos Joel, varios nietos. Durante muchos años trabajó como conserje en la Cruz Roja de esta ciudad, ganándose el cariño de sus compañeros. “En el camino de la vida conocí a un buen hombre, su característica especial es que es un buen constructor y como tal logramos construir juntos un hogar y una familia”.

Yessenia Triminio, casada con Wilfredo Ávila, tres hijos, Misael Joaquín, Elia Elizabeth y Emili Nicole. El mejor título que tienen es el de ser hijos de Dios. Somos una pareja fiel a nuestros valores y principios cristianos, lo que nos permite ver la vida desde una perspectiva diferente. Entonces, la unidad familiar no sólo existe porque Dios permitió que a través de la fe estemos vinculados a la vida de Suyapa y Daniela.

Jessenia Triminio con su familia.

¿Quiénes son en la vida real? ¿Cuál es el vínculo que une tanto a Suyapa, Danelia y Yessenia? Creen que Dios abrió las puertas para convertirse en emprendedores. “Sentimos la necesidad de trabajar en actividades con beneficios económicos. El trabajo en casa no es remunerado pero es satisfactorio realizarlo para contribuir a la educación de los hijos. El dilema cómo, dónde y qué hacer. Los tres decidieron formar un equipo de trabajo, los unía la amistad y por otro lado lo más importante la fe en Cristo y la comunión en la “Iglesia Fuente de Vida”, donde asisten.

¿Cómo, dónde y qué hacer? “La Unidad Municipal de Desarrollo Local” (UDEL) hizo la convocatoria para asistir a encuentros sobre cómo crear y formar emprendedores. Era la oportunidad de oro. Unas 100 personas respondieron al llamado. La idea era organizar un sistema cooperativo en las diferentes áreas de la economía.

Suyapa Valladares con sus hijos y nietos.

Suyapa, Danelia y Jesenia, desde el primer momento, comprendieron que su principal fortaleza estaba en la cocina. Su experiencia como amas de casa las motivó a iniciarse en la venta de alimentos, primero en los puntos diseñados por la unidad de desarrollo local. Este intento no tuvo éxito y la mayoría de los empresarios iniciaron el regreso a casa. Sin embargo, decidieron seguir juntos en casa y empezaron a vender comida con entregas a domicilio. Posteriormente con pedidos para bodas, cumpleaños, eventos especiales como la Policía y otras organizaciones sociales que requieren hasta 150 platos de comida.

A tres voces, comentan, somos sólo tres para alimentar a mucha gente. Son días agotadores pero cada uno hace su trabajo para cumplir los plazos de entrega con producto caliente. Atendemos calidad e higiene, lo que satisface al cliente quien, a su vez, se convierte en el enlace publicitario. Un buen servicio garantiza el éxito de este esfuerzo compartido.

Danelia con su clan familiar.

El Ark es una organización religiosa que recibe visitas de misioneros de Estados Unidos dos o tres veces al año. Las cocineras contratadas desde hace casi una semana son Suyapa, Danelia y Jessenia. Los tres son movilizados con todo el equipamiento de cocina, las provisiones necesarias según el menú solicitado por los misioneros. No hay un trabajo fácil, pero es satisfactorio poder hacerlo para mejorar nuestra situación económica y así vivir con dignidad y decoro.

¿Cómo compaginas tu trabajo con la iglesia? Al unísono responden, “como los tres mosqueteros, en este caso todos para uno y uno para todos”. Somos de mil usos en la iglesia, pintamos y llevamos paquetes cuando es necesario al segundo piso del edificio. Nuestra expresión de agradecimiento a Dios, gozo y gloria por darnos la fuerza necesaria para seguir adelante. En Cristo somos más que vencedores.

Suyapa celebrando su cumpleaños.

By Elba Mota Ochoa

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